Había una vez tres cerditos hermanos que decidieron irse de casa y construir sus propias viviendas. El primer cerdito construyó su casa con paja, el segundo con madera y el tercero con ladrillos.
Un día, un lobo hambriento descubrió la existencia de los tres cerditos y decidió hacer una visita para comérselos. Primero, fue a la casa de paja y la sopló con un simple soplo, y los cerditos huyeron corriendo.
El lobo continuó su camino hacia la casa de madera, pero esta vez, los cerditos estaban preparados y le echaron agua caliente en el lobo, haciéndolo huir.
Sin embargo, el lobo no se rindió y decidió intentarlo de nuevo con la casa de ladrillos. Pero los cerditos habían construido una casa muy fuerte y segura, y el lobo no pudo soplar ni morderla.
Desesperado, el lobo intentó esconderse y engañar a los cerditos, pero estos eran muy astutos y no caían en su truco. Finalmente, el lobo se dio cuenta de que no podía comérselos y decidió irse.
La moraleja de esta historia es que la preparación y la astucia son claves para superar los desafíos de la vida. También muestra la importancia de construir una vivienda segura y fuerte para protegerse a uno mismo y a su familia.
Cuentos clásicos con moraleja para niños: