Había una vez un carpintero llamado Geppetto que quería tener un hijo y decidió hacer un muñeco de madera llamado Pinocho. Un día, mágicamente, Pinocho cobró vida y se convirtió en un niño real.
Sin embargo, Pinocho tenía un problema: a menudo decía mentiras, y cada vez que lo hacía, su nariz crecía. Además, una araña malvada llamada Lucignolo intentaba llevar a Pinocho por el camino equivocado.
Un día, Pinocho se encontró con un hombre llamado el Gato y el Grillo, quienes lo engañaron para que se uniera a un circo. Pinocho disfrutó de su vida allí, pero pronto se dio cuenta de que su verdadera casa y su verdadero padre eran más importantes para él.
Después de varias aventuras y desafíos, Pinocho aprendió la importancia de decir la verdad y de ser un buen niño. Finalmente, se convirtió en un niño real y vivió feliz para siempre con su padre Geppetto.
La moraleja de esta historia es que las mentiras tienen consecuencias y que es importante ser honesto y bueno para ser verdaderamente feliz. También muestra la importancia del amor y la familia en la vida de uno.
Cuentos clásicos con moraleja para niños: