No es simplemente de soplar y hacer botellas, la cosa es un cachito más complicada. Vos como no entendías al principio, te metiste, huevudo, y ya cuando mirás lo que viene entonces te ponés a berrinchear porque no estabas preparado, pensabas que esto era fácil. ¿Vos esperabas que todo mundo te quisiera? Disculpáme manín, pero estás loco. Si sos bueno, pues caerás mal, si sos mediocre, también. Y si sos malo, darás lástima. Pero es de aceptarlo, la mayoría de gente es mediocre, y ser mediocre no es malo. Algunos somos mediocres por falta de talento, otros por huevonería. Lo que pasa, manín, es que de alguna manera todo mundo cree que no es mediocre. Mediocres son los demás, pero no yo, ni mi familia, ni mis cuates.
Siempre vas a tener algún cuate, cuata o enamorada que te diga que sos bueno, mirá, porque te quieren. Justo así como tu mamá, que te defendía en el colegio, aún cuando vos eras el que le había levantado la falda a tu compañera, ¿te acordás? Si una tu tráida se sube al escenario y canta muy mal, vos no le vas a decir que estuvo pésima. Dios te libre. Le tenés que hacer la pala porque la querés, o al menos la querés para coger. A lo sumo le dirás que puede mejorar, le insinuarás que es mediocre, pero nunca le vas a decir que es mala, porque la matás.
Entonces, mirá, la estrategia es decirle todo el tiempo al otro que él es bueno, para ganártelo, si es que vos querés entrar al grupo, no importa si el cuate te cae mal. Así, con paciencia, ya vas a ver que el pisado viene y dice lo mismo de vos, así es. Nunca vayás y critiqués al principio, la mara se sulfura, porque siempre mira a lo suyo como a su nene querido, y el nene siempre es el más gracioso, el más genial, y el que diga lo contrario es un envidioso. Mirá cómo todo mundo habla de su nene. Pocos son sinceros y dirán que su nene no será el mejor, pero como es su nene, lo quieren. Así es. Entonces, si querés caer bien, entrar en la jugada, hacer puntos, vos tenés que ir y hacer la lisonja de rigor. Nada más reconfortante para cualquiera que el ser lisonjeado, aunque todo mundo quiere -de la boca para afuera, claro está- una opinión objetiva. Como si existiera la objetividad, qué ilusa la gente. Si el chiste está en ser subjetivo.
Igual, fijáte, para unos vas a ser bueno, para otros malo, y para otros mediocre. Vos no te ahuevés, así es. No te hagás problema, seguí en lo tuyo, intentá hacerlo lo mejor que podás. Corré siempre lo más rápido, llegá lo más lejos posible. Pero a tu manera, si es que tenés tu propia manera. Siempre habrá quien te chingue porque vos no hacés las cosas a su manera, inclusive yo, mirá pues. Yo soy el primer necio a veces. No tomés tan en serio las lisonjas ni tan en serio los desaires, salvo que toquen tu vida o tu comida. Ahí sí que la cosa se pone gruesa y tampoco es de dejarse ni de ser pendejo.
Así que mirá pues, vos no te hagás problema, tomálo al suave, pasátela bien, chingá, pero aguantáte si chingás. Hacéte problema para hacer tus cosas, si querés, para que queden mejor, pero no te hagás tanto problema con las críticas. Al fin y al cabo la gente puede vivir sin tu arte ni tu existencia. Vos pasátela bien, eso hacé, y dejáme de estar chingando. Y pagá otro par de litros de chela, no te hagás el loco.
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