Creo que cualquier hombre que se precie, debe tener un plan B. Porque cuando el plan A falla o no está caminando bien, debe hacerse un alto y replantear la cosa. Mi plan A consistía en hacer pisto, principalmente para comprar todos los libros y CD’s que se me antojaran y para viajar por el mundo. Pero resulta que en el camino aprendí a tocar instrumentos andinos y me distraje totalmente de mi objetivo inicial. Más recientemente, escribo en blogs y es la misma cosa. Y además me he dado cuenta de que no sirvo para hacer dinero, soy un desastre total. Por más que me he leído muchas historias tipo Newsweek: “Fulanito de Tal ingresó en 1992 a la empresa X y logró un incremento de ventas del 20% anual, mediante prácticas de Benchmarking y Calidad Total”.
Ya estoy harto, y es hora de ir al plan B. Este consiste en algo fácil: conseguir una vieja solterona y con dinero. Ya sé que a vos que leés esta página no te parecerá correcto, pero es mi decisión y qué. Eso del matrimonio por amor es una mentira total, y si no, que lo digan los casados. La gente se casa por evitar la soledad o con fines puramente sociales o reproductivos. Me imagino que ha de ser bonito tener hijos, pero la desventaja para nosotros los hombres es que no nos podemos embarazar. Porque si pudiéramos, a la hora que nos agarre la gana de tener un patojo, llamaríamos a una mujer y la invitaríamos a unas noches de placer, hasta quedar embarazados. Y luego, desapareceríamos. Esa es una de las injusticias de la naturaleza.
Pero bueno, me estoy empezando a salir del tema. Volvamos al plan B. Para conseguirme una vieja ideal, debo hacer una base de datos con las características mínimas: cuentas jugosas en dólares, solterona tímida, pocos familiares. Luego viene la segunda fase, que es una exploración de campo: estudiar los principales defectos y cualidades, las actividades favoritas y el círculo social.
Después deberé de hacer cálculos y gráficas de regresión lineal múltiple para correlacionar las principales variables. Por último escoger de 3 a 5 candidatas que hayan punteado mejor según los parámetros escogidos, y empezar el ataque. Me parece válido aplicar el método científico también en estos casos. No me puede fallar, consigo la vieja, me caso y tendré pisto.
Entonces, ya con dinero, seré feliz.
Ya estoy harto, y es hora de ir al plan B. Este consiste en algo fácil: conseguir una vieja solterona y con dinero. Ya sé que a vos que leés esta página no te parecerá correcto, pero es mi decisión y qué. Eso del matrimonio por amor es una mentira total, y si no, que lo digan los casados. La gente se casa por evitar la soledad o con fines puramente sociales o reproductivos. Me imagino que ha de ser bonito tener hijos, pero la desventaja para nosotros los hombres es que no nos podemos embarazar. Porque si pudiéramos, a la hora que nos agarre la gana de tener un patojo, llamaríamos a una mujer y la invitaríamos a unas noches de placer, hasta quedar embarazados. Y luego, desapareceríamos. Esa es una de las injusticias de la naturaleza.
Pero bueno, me estoy empezando a salir del tema. Volvamos al plan B. Para conseguirme una vieja ideal, debo hacer una base de datos con las características mínimas: cuentas jugosas en dólares, solterona tímida, pocos familiares. Luego viene la segunda fase, que es una exploración de campo: estudiar los principales defectos y cualidades, las actividades favoritas y el círculo social.
Después deberé de hacer cálculos y gráficas de regresión lineal múltiple para correlacionar las principales variables. Por último escoger de 3 a 5 candidatas que hayan punteado mejor según los parámetros escogidos, y empezar el ataque. Me parece válido aplicar el método científico también en estos casos. No me puede fallar, consigo la vieja, me caso y tendré pisto.
Entonces, ya con dinero, seré feliz.