Cuando los guatemaltecos cruzamos nuestra frontera con México, nos damos cuenta que el español del hermano país es muy pobre. Pero preferimos no decírselo a ellos para que no se ofendan.
Christian, como cualquier persona normal, quería un agua con pajilla en una tienda de conveniencia:
Christian: -Regáleme un agua con pajilla.
Vendedor: -Aquí no se regala nada.
Christian: -Digo, véndame una pepsi pues.
Vendedor: -Pero me había dicho que quería agua.
Christian: -No, me refería a un agua gaseosa pepsi.
Vendedor: -¿Y qué es eso de pajilla?
Christian: -Disculpe, me refería a un popote.
Y eso que dicen que hablan castellano.
Christian, como cualquier persona normal, quería un agua con pajilla en una tienda de conveniencia:
Christian: -Regáleme un agua con pajilla.
Vendedor: -Aquí no se regala nada.
Christian: -Digo, véndame una pepsi pues.
Vendedor: -Pero me había dicho que quería agua.
Christian: -No, me refería a un agua gaseosa pepsi.
Vendedor: -¿Y qué es eso de pajilla?
Christian: -Disculpe, me refería a un popote.
Y eso que dicen que hablan castellano.